Los cambios en el Organismo que debemos tener en cuenta.
Nota del Lic. Héctor A. Cirigliano para Revista Aire Libre.
La actividad física intensa produce cambios drásticos en la fisiología del deportista que deben ser tenidos en cuenta a la hora de entrenar o competir para evitar problemas en el organismo debido a condiciones de alta competencia. Los cambios se producen a nivel circulatorio, respiratorio, muscular, renal y en cierta medida se ven involucrados todos los sistemas orgánicos.
Es por eso que la actividad física debe ser programada y los niveles de exigencia durante los entrenamientos tienen que ser progresivos hasta llegar a los niveles de competencia. Uno de los principios fundamentales del entrenador debe ser el cuidado de la salud del deportista y mucho más si los entrenados son niños y adolescentes en etapas de crecimiento.
Los cambios que se producen en los sistemas orgánicos dependen en gran medida del tipo de actividad que se realiza y de la duración de la misma. Los más importantes son el tipo de ejercicio (estático o dinámico), la duración del ejercicio, el grado de entrenamiento, la genética, las condiciones previas (aptitudes, patología, etc) del individuo y las condiciones ambientales.
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Cambios metabólicos
A nivel fisiológico, los cambios metabólicos que se producen en los sistemas orgánicos son múltiples y favorecen la eliminación de grasa, mantienen el nivel de glucemia, favorecen la formación de tejidos corporales, todo activado por el mayor gasto de calorías que se movilizan de los depósitos energéticos, de manera fundamental del hígado.
El elevado consumo de energía permite que se activen todos los sistemas y que la sangre oxigenada llegue a la profundidad de los tejidos musculares donde se produce vasodilatación transportando glucosa y eliminando sustancias de deshecho.
Cambios en el sistema circulatorio
- Aumenta la frecuencia cardíaca durante el ejercicio. (En hombres jóvenes sanos se han registrado cifras superiores a 200 latidos por minuto)
- El volumen minuto (V M), sangre que bombea el corazón aumenta hasta cinco veces. (Puede pasar de 5 litros a 25 litros por minuto).
- Aumenta el vaciado del ventrículo izquierdo en cada latido. (Los efectos del ejercicio hacen que sea mucho más eficaz el trabajo del músculo cardíaco).
- Aumenta el espesor muscular del Ventrículo Izquierdo. (Se produce una hipertrofia fisiológica con mayor desarrollo de las fibras musculares del corazón).
- Disminuye la frecuencia cardíaca durante el reposo. (Debido a todas las adaptaciones descritas el corazón trabaja con menor esfuerzo durante el reposo).
Cambios en la respiración
Durante el ejercicio prolongado aumenta el consumo de oxígeno y el flujo sanguíneo a los músculos. Este índice se denomina Ventilación- Perfusión (V/P) y está referido a la cantidad de O2 que transporta la sangre en la unidad de tiempo hacia los músculos.
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Cambios Renales
Si el ejercicio es muy intenso y prolongado, practicado en condiciones físicas extremas puede afectar gravemente la función deteriorando los glomérulos renales.
Todos los cambios que se producen en los deportes de alto rendimiento provocan ajustes cardiorrespiratorios, neuroendocrinos y renales entre otros, que dan como resultado la mayor eliminación de sustancias de deshecho producidas por el trabajo muscular intenso las cuales se detectan en la sangre y la orina.
Uno de los aspectos fundamentales a considerar durante la actividad física intensa es la buena hidratación para que las funciones orgánicas se efectúen de manera correcta. Se debe tener en cuenta que durante un día de trabajo intenso se pueden perder más de cinco litros de agua que deben ser repuestos durante la actividad para mantener los niveles de hidratación y evitar que aumente la viscosidad de la sangre por la disminución drástica de los líquidos corporales.
En el siguiente cuadro podemos observar las funciones que cumple el riñón en la fisiología humana, que se ven alteradas durante el ejercicio intenso produciéndose cambios en el volumen y composición de la orina.
Resumiendo, los efectos del ejercicio sobre los sistemas fisiológicos son los siguientes:
- Leve aumento del peso corporal, con más fibra muscular y menos grasa.
- Mayor duración del esfuerzo antes de la fatiga.
- Disminución leve de la amplitud y frecuencia respiratoria en reposo.
- Aumento de la capacidad ventilatoria durante un trabajo agotador.
- Mayor consumo de O2 durante un trabajo agotador.
- Mayor eficiencia mecánica para un trabajo determinado.
- Mayor utilización de la energía anaeróbica de reserva.
- Aumento de la cantidad de glucógeno y creatina a nivel muscular.
- Menor frecuencia cardíaca durante el reposo.
- Menor incremento de la frecuencia cardíaca en el trabajo moderado.
- Mayor volumen sistólico.
- Recuperación más rápida de la frecuencia y la tensión arterial luego de la actividad.
- Menor concentración de ácido láctico sanguíneo durante el trabajo.
- Capacidad de soportar más ácido láctico antes del agotamiento.
- Mayor efectividad en los movimientos corporales en un trabajo determinado.
- Menor requerimiento de los centros superiores del sistema nervioso en la tarea.
Resulta evidente que la actividad física intensa produce una serie de modificaciones en la fisiología humana que deben ser consideradas en profundidad para no dañar al deportista y mantener su salud. Para ello es necesario que los entrenadores estén capacitados y que el deportista realice periódicamente los controles con un médico deportólogo.
Héctor A. Cirigliano
Lic. en Kinesiología y Fisiatría UBA MN 14097
Entrenador FATARCO
Kine41@fibertel.com.ar
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