Avance conjunto de la informática y la neurociencia.
Un equipo de investigadores en China está replanteando el transporte autónomo con una bicicleta adaptada con un motor mejorado.
La bicicleta puede pasar un tope por sí sola y permanecer perfectamente erguida. Cuando el hombre que camina justo detrás de ella dice “Izquierda”, gira a la izquierda, con la inclinación correcta.
También tiene ojos: puede seguir a alguien que trota a varios metros y vira cada vez que la persona lo hace. Además, si se topa con un obstáculo, puede desviarse a un costado, mantener el equilibro y continuar su camino.
No es la primera bicicleta autónoma ni quizá sea el futuro del transporte, pero podría encontrar un nicho en un mundo futuro que estará lleno de vehículos, drones y robots de entrega de paquetes. Sin embargo, los investigadores chinos que construyeron la bicicleta creen que demuestra el futuro de los aparatos informáticos. Navega el mundo con la ayuda de una tecnología llamada microprocesador neuromórfico, basado en el cerebro humano.
En un artículo publicado en Nature, los investigadores describieron la manera en que un microprocesador como ese podría ayudar a las máquinas a responder a los comandos de voz, reconocer el entorno, evadir obstáculos y mantener el equilibrio. Los investigadores también proporcionaron un video en el que se muestran estas habilidades en una bicicleta motorizada.
La grabación no mostró las limitaciones de la bicicleta (que al parecer a veces se cae) e incluso los investigadores que la construyeron admitieron en un correo electrónico que las habilidades mostradas podrían duplicarse con dispositivos informáticos existentes. Sin embargo, al manejar todas esas habilidades con un procesador neuromórfico, el proyecto enfatizó la iniciativa más amplia de alcanzar nuevos niveles de inteligencia artificial con novedosos tipos de microprocesadores.
La esperanza es que ese tipo de microprocesadores permitan que las máquinas naveguen el mundo con una autonomía hasta ahora imposible. Los robots existentes pueden aprender a abrir una puerta o a lanzar una pelota de tenis de mesa en una cesta de plástico, pero el entrenamiento toma horas o días de prueba y error. Incluso entonces, las habilidades solo son viables en situaciones muy específicas. Con la ayuda de microprocesadores neuromórficos y otros dispositivos nuevos, las máquinas podrían aprender tareas más complejas de manera más eficaz y ser más adaptables al ejecutarlas.
“Esto se trata de relacionar y unificar la ciencia informática y la neurociencia”, dijo Gordon Wilson, director ejecutivo de Rain Neuromorphics, una empresa emergente que está desarrollando un microprocesador neuromórfico.
Los microprocesadores neuromórficos no son una recreación del cerebro. En muchos aspectos, el funcionamiento del cerebro sigue siendo un misterio. Sin embargo, se espera que ese tipo de microprocesadores puedan ayudar a los sistemas de inteligencia artificial a aprender habilidades y ejecutar tareas con mayor eficacia.
En el video, la bicicleta no está aprendiendo; simplemente está ejecutando un programa creado para manejar tareas específicas, entre ellas reconocer las palabras habladas y evitar los obstáculos. Sin embargo, ejecuta las instrucciones de manera eficaz, lo cual es importante para los vehículos que funcionan con batería. Los investigadores creen que podrían terminar por fusionar el proceso de entrenamiento y la ejecución en el momento para que una bicicleta pueda aprender sobre la marcha, después de tan solo algunos momentos de experiencia.
Fuente: The New York Times
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