Monstruos de rio
- “He aprendido mucho de pesca de la gente que conocí en Argentina”
Nota de Wilmar Merino para Revista AIRE LIBRE
13 de julio de 2015. El biólogo inglés y pescador extremo que conduce Monstruos de Río por Animal Planet estuvo en nuestro país pescando dorados y habló con Aire Libre sobre los pros y contras de un trabajo que sería el sueño de todo pescador: recorrer el mundo pescando los peces mas grandes de agua dulce.
Jeremy Wade, anfitrión del programa Monstruos de Río (River Monsters) de Animal Planet, además de ser un reconocido biólogo, es uno de los pescadores extremos más intrépidos del mundo. Durante más de 25 años, ha estado viajando por el mundo, explorando los ríos más remotos de la Tierra y la captura de algunos de los peces más raros del planeta: desde el siluro gigante de la India a la perca del Nilo, pasando por el arapaima brasileño o el temible y dentado Goliath Tigerfish del Congo. En medio de estas aventuras, sobrevivió a la malaria, escapó ahogamientos, fue acusado de ser un espía, se lo han llevado detenido a punta de pistola y sobrevivió a la caída de un avión.
Hoy su programa lo trajo a la Argentina por segunda vez. Tiempo atrás, logró su primer “monstruo de río” en Corrientes: una raya gigante. Ahora, vino en busca de los dorados más grandes del mundo, en Concordia. Aire Libre tuvo la posibilidad de un encuentro a solas con este gran pescador y aventurero, en una charla a fondo donde la pesca y el amor por la naturaleza se hermanaron en cada frase de este inglés de buenas maneras que nunca pierde su media sonrisa y disfruta desgranar sus magníficas anécdotas cuando se siente entre gente que comparte la misma pasión.
-Jeremy es un placer que haya vuelto a nuestro país con Monstruos del Río. Queremos saber cómo ha sido su experiencia en Concordia batallando con los dorados mas grandes del mundo y cuándo podremos ver esas imágenes.
Tengo que ser un poco cuidadoso sobre lo que digo porque lo que estamos filmando ahora no se verá hasta el año próximo en algún momento. Sin embargo todo el mundo sabe ya que estuve pescando en Argentina. Informalmente los fans saben donde estuve y qué hice por aquí, pero exactamente no puedo dar detalles.
-Algo de información tenemos… ¡Sabemos que le fue muy bien! (N de R: al menos habría registrado la captura de un dorado de 20 kilos).
Tengo una amplia sonrisa en mi boca, así que eso lo dice todo.
– En su primera visita a Corrientes, sacó una raya gigante, y queremos que nos reviva aquella pelea titánica de casi cuatro horas.
Ciertamente fueron casi cuatro horas, pero eso fue por culpa mía. Ese día tenía dos cañas, normalmente uso una sola caña y me focalizo en ella. Pero este era el último día y no había encontrado el pez que estaba buscando. Entonces puse una segunda caña con una línea de 80 libras, pero la caña era demasiado liviana, no tenía capacidad para levantar un pez así. Por eso se prolongó tanto esa pelea, que me dejó doloridos los brazos y mi espalada.
-¿El programa es parte de una investigación que va a trascender el ciclo en algún libro o estudio científico o es solo un show de televisión?.
Cada programa que hacemos tiene formato de investigación. Empieza con una historia. Por ejemplo, la de alguien que fue herido por un pez. Y mi función es averiguar cuan cierta o exagerada es esa historia. Escribí un libro sobre el backstage de estas investigaciones e incluye anécdotas de 25 años de viajes por el mundo previos al programa.
– Muchos piensan que su programa es solo placer, pero ha estado en situaciones de verdadero peligro como cuando estuvo acusado de espionaje en Tailandia, cuando se le cayó el avión en el Amazonas o cuando se pescó la malaria en el Congo…
La naturaleza de lo que hago, que es esta búsqueda de peces extraños, me lleva a lugares remotos de accesos complicados y difíciles para estar allí. No hay buena infraestructura, no hay transporte, o tenemos que arreglarnos entre nosotros para la asistencia médica (cosa para las que nos capacitamos especialmente). Así que tenemos un importante condimento de aventura, y aunque tomamos todas las precauciones, siempre está la posibilidad de que las cosas salgan mal. Cuando viajaba solo como lo hice en India y otros lugares, encontré que tengo una personalidad dividida. Una parte de mí no quiere las malas experiencias, pero desde el punto de vista del escritor que llevo adentro, pasarla tan mal te da muy buen material, ¡siempre y cuando uno sobreviva!. Pasa lo mismo con la televisión… muchas veces cuando las cosas salen mal, como cuando en Surinam nos cayó encima un rayo, esos momentos son muy interesantes para la televisión, siempre y cuando, repito, todos terminemos bien.
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-Le he escuchado decir que al estar en contacto con gente de muchas culturas diversas encuentra que la pesca tiene un lenguaje universal y que aún sin manejar los mismos códigos los pescadores podemos entendernos. ¿Puede profundizar en ese concepto?
Encontré en mis viajes que los pescadores, incluso los que tienen que pescar para comer, son muy entusiastas y tienen una fascinación por la pesca. Ellos reconocen eso en mí y se establece entonces un vínculo muy especial, donde paso de observador a participante. Es una buena forma de conocer a la gente bajo su superficie incluso hasta en los mínimos detalles. Como soy también pescador, ellos me cuentan cosas que oyeron o vieron, que a lo mejor le darían vergüenza contar a alguien que no sea pescador porque no le creerían. Siempre hay un poco de exageración y un poco de fantasía, pero el pescador que sale todos los días y observa, ve cosas muy sorprendentes y las comparte conmigo. Cosa que yo valoro.
– ¿Porqué elige solo peces de río, cursos de agua que representan menos del 1% del agua del mundo?. ¿No se está negando la posibilidad de conocer “monstruos” del otro 99%?
Es cierto, el agua de río es menos del 1%, pero con mucha diversidad. El tema central es que la mayoría de las veces no se puede ver debajo del agua, por eso el río es mucho más desconocido que el mar. Todo el mundo sabe qué hay en el mar. Hay muchos programas de televisión, libros, aún en las fosas oceánicas sabemos que hay. En general el agua de mar es clara, podemos poner una cámara y ver todo. En cambio en la mayoría de los cursos de agua dulce no se puede ver nada. Si ves televisión siempre hay programas sobre distintos tipos de animales, pero no había sobre peces grandes de agua dulce. O sea que hay una “sensación de descubrimiento” en este programa. Hasta hace poco, ésto era algo estrictamente personal, pero ahora veo que a la gente, y cuando digo “gente” no hablo solo del que le interesa la pesca, muestra interés por una criatura impresionante, majestuosa, que habita en algún paraje remoto en algún río lejano.
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– Usted suele decir que aprende mucho de la inteligencia local en cada una de sus travesías. ¿Qué ha aprendido aquí con los pescadores argentinos?.
Es difícil entrar en especificidades o dar ejemplos, más cuando no puedo adelantar nada sobre el programa. Pero puedo decirle que siempre aprendo algo de la gente que está conmigo: detalles, cosas específicas. Soy un tipo afortunado porque hablo con la gente, voy captando sus tips y puedo aplicar cosas aprendidas de un lado en otro. Alguien que pesca mucho se termina concentrando en detalles muy pequeños que terminan marcando las grandes diferencias. Puedo decir que he aprendido mucho de las tres o cuatro personas con las que he estado en Argentina.
Derribando mitos: El Pacú, un pez “castrador”
-En países escandinavos encontraron pacúes y los promocionaron como una especie capaz de castrar a una persona, tipificándolas como una especie que atacaba los testículos de los bañistas. ¿Qué le parece esta idea que para nosotros es alocada?.
Están preocupados porque el pacú ha sido introducido en varios países incluyendo Papúa Nueva Guinea, y allí se han reproducido mucho. Y se han registrado casos de ataques a personas, incluso en los testículos, en piernas y pies. Lo que pienso es que la comida normal del pacú no es esa. Oriundo de Sudamérica, aquí come frutos y peces, pero como allí no está su alimento natural o las frutas que consigue no son suficientes, se están volviendo mas omnívoros, oportunistas. Y como es un pez nuevo, la gente no está acostumbrada a convivir con él. La gente de Papua va al río a limpiar peces, tirando restos de pescados al agua en agua revuelta, y después en el mismo lugar se lavan ellos. Los pacúes aprendieron que allí pueden encontrar algo para comer y se amontonan en el lugar, y se producen entonces esos ataques. Pero aún en Papúa Nueva Guinea han sido solo dos o tres casos. En Escandinavia encontraron solo uno, que podría haber sido de un acuario, y soltado en la naturaleza.
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Aurelio Sánchez Sciaini
Muchas Gracias. Club de Pescadores de Salto. Marzano 41. Rotonda del Balneario. Salto (2741). Pcia. de Bs.As. Argentina.
Aurelio Sánchez Sciaini
Muchas gracias. Club de Pescadores de Salto. Marzano 41. Rotonda del Balneario. Salto 2741. Pcia. de Buenos Aires. Argentina
cesar
me gustaria saber como se llama el pez que cuando corta o usa chuza o epolon profuce heridas que tardan mucho en cicatrizar, han llegado a matar caballos y vacas ,esto ocurre en el norte argentino