Muchas veces se dice que las salidas de pesca comienzan a disfrutarse desde los días previos en que nos dedicamos a la preparación del equipo, y soñamos con todo lo que vamos a hacer en ella.
En el caso de la pesca con mosca la preparación suele comenzar mucho tiempo antes, sobre todo si también nos dedicamos a atar nuestras moscas, pues en ese caso ya empezaremos durante todo el invierno, para tener todos nuestros materiales listos al comienzo de la temporada.
Quizá no tan interesante como la preparación de las moscas, pero muy importante a la hora de pescar, es comenzar revisando nuestro equipo de vadeo, comprobando que los waders no tengan filtraciones, que nos hayamos acordado de reparar las del año anterior y que no hayan aparecido nuevas.
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Esto puede hacerse fácilmente en la tranquilidad de nuestra casa, llenando los waders con agua en un lugar que nos resulte cómodo, como nuestra bañera, y para el caso de que detectemos alguna pinchadura, proceder a marcar su ubicación con alguna fibra indeleble para luego emparcharla utilizando los pegamentos adecuados.
Estos productos los podremos conseguir fácilmente en cualquier casa de pesca con mosca, si tenemos debidamente identificada la marca de los waders y el material de que están confeccionados. Conocer el material es muy importante, y también que cuando compremos el equipo con el que nos proponemos repararlo, el mismo se encuentre mencionado entre los que el adhesivo pega.
Las cañas y reeles actuales prácticamente no necesitan mantenimiento, y alcanza meramente con la lavada con agua y jabón que ya le hemos dado al fin de la temporada.
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Una atención especial merecen nuestras moscas, en éstas deberemos revisar cuidadosamente los anzuelos buscando puntos de óxido, sobre todo en los lugares en que la humedad suele acumularse, como el ojo y más que nada la parte de la punta que se clava en la esponja de nuestra caja de moscas.
Es muy común que hayamos mojado nuestra caja, p.ej. vadeando y luego no hayamos tomado la precaución de sacar todas las moscas para dejarla secar, y de ese modo nos encontraremos todas nuestras moscas, con las puntas oxidadas, hasta el nivel que hayamos clavado los anzuelos. Para evitar esto, siempre debemos asegurarnos de que el material esponjoso en que se hincan los anzuelos se encuentre seco.
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También debemos revisar nuestras moscas secas verificando que no se hayan producido deformaciones en las alas o colas por haber quedado apretujadas o mal guardadas, en ese caso podremos corregirlas peinándolas luego de haberlas expuesto al vapor, p.ej. del pico de una pava.
En nuestras líneas debemos repasar los nudos, para verificar que no estén cortando el recubrimiento de ésta, y revisar que no presente agrietaduras o melladuras, si las tuviera deberíamos repararlas con una gotita del material sensible a la luz ultravioleta (UV) que se utiliza habitualmente en la reparación de waders.
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Por último los líderes, en éstos debemos revisar los nudos. Reforzarlos con cianocrilato si estuvieran ya muy resecos. Y recordar que el monofilamento o material para líderes envejece perdiendo sus propiedades con el paso del tiempo. Si bien este deterioro es prácticamente irrelevante en las secciones de mayor grosor, digamos un 0X 0, 28 mm para arriba; resulta ser un factor crítico cuando se trata de diámetros menores a 3X 0, 20 mm. Siempre debemos procurar consumir el material más fresco posible, y descartar el que tenga más de tres o cuatro temporadas.
Con nuestros elementos debidamente preparados, sólo nos restaría unos anteojos polarizados, imprescindibles para evitar accidentes durante el lanzamiento, y una buena crema pantalla solar para que podamos disfrutar de nuestra salida.
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