El sueño de volar.
El parapente es un deporte nacido a finales del siglo XX por la inventiva de montañistas que querían bajar volando mediante un paracaídas desde las cimas que habían ascendido. El ala, y a veces todo el equipo, se llama así con el mismo nombre, parapente.
Para conocer un poco más de esta actividad en la Ciudad de Buenos Aires, AIRE LIBRE entrevistó a Walter de Virgilio de Solovuelos que ofrece estas actividades en la ruta 9 Km 57 – en la zona de Escobar, a 40 km de la Av. General Paz.
AL: ¿Cómo llegaste a está actividad?
WDV: Un día llegue al campo de vuelo en forma accidental. Estaba paseando con mi moto y desde afuera del campo los veía como volaban. Al principio pensé que eran paracaidistas pero me llamó la atención que no bajaban. Todo lo contrario, algunos subían. Me acerqué para preguntar porque subían en lugar de bajar y ahí me comentaron lo que era una térmica, que los pilotos usaban las corrientes de aire cálidas para subir.
¿Y cuando empezaste?
Ese mismo día hice mi primer vuelo de bautismo y me explotó la cabeza. Sabía que eso era para mí, al otro día empecé el curso. Muy decidido vendí la moto y me compré todo el equipo. Esto ya hace 17 años, ahora mis vacaciones, trabajo, mis amigos y el tiempo libre, todo está relacionado con el parapente. El vuelo me dio un estilo de vida distinto, aprendí a disfrutar más la naturaleza, viajé , conocí a mucha gente de todas partes del mundo, compartimos asados y buenos momentos, tuve muchas experiencia increíbles como volar con cóndores, estar arriba de los picos montañosos de la Patagonia, despegué desde los 4500mts en la Ciudacita (Segunda ruina más importante después de Machu Picchu ubicada en el límite de Catamarca y Tucumán perteneciente al Parque Nacional los Alicios ), todo , pero todo es increíble en este mundo y la gente que nos ve, piensan que estamos locos. Ja!!!
Loco, pero con un nuevo medio de vida…
Claro, la pasión que tengo con el vuelo me llevó a crear en el 2017 la empresa “SoloVuelo”, un lugar donde la gente tiene varias opciones en actividades aerodeportiva. Hoy me encargo de ofrecer vuelos en Parapente – Paratrike – Planeador – Ala Delta.
¿Y la gente se anima a volar en parapente?
Actualmente es una de las actividades más buscadas por la gente, incluso he notado que ha cambiado la forma de hacer regalos, ahora se estila regalar un momento único y eso tiene que ver con nuestra actividad. Este deporte o pasatiempos tienen como finalidad hacer realidad esa especie de sueño ancestral que es el de volar.
¿Parapente sin montañas?
Si bien el parapente se practica al despegar de una montaña, aprovechando las térmicas y además los vientos que suben por sus laderas para planear y ascender, como en Buenos Aires no tenemos esa posibilidad lo reemplazamos utilizando un sistema de remolque llamado TORNO que nos permite subir hasta los 400mts.
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¿Como es un día de vuelo?
Al llegar al campo de vuelo, la gente queda asombrada pues se encuentran con muchas velas infladas con gran variedad de colores. Los pilotos parecen chicos jugando con sus velas. A primera hora llegan las familias para hacer su primer vuelo, hacemos una charla donde hablamos de la seguridad y lo que se va hacer en vuelo, luego los equipamos y notamos que los nervios del pasajero están latentes, esperamos un viento enfrentado, vela inflada, dos pasos y en el aire, los pies se separaban del suelo, el viento en la cara nos daba una sensación de libertad, el silencio y vista, llegando a los 400mts, nos liberamos de la soga que nos permitió subir tan alto, ahí empezamos a planear, vamos buscando las primeras térmicas de la mañana para poder ganar altura, empezamos a volar por encima de los árboles en medio de un silencio absoluto, al mirar hacia abajo se descubre que la vegetación se ha convertido en diminutos puntos verdes, todo parece muy pequeño desde arriba, es una vista increíble.
¿Cómo se llevan con el miedo?
Al principio, algunos les despierta cierto temor, sobre todo cuando piensan que sus vidas dependen de unos hilos muy finos…pero resistentes. La tensión cede cuando descubren que el vuelo es muy distendido y a poca velocidad. A la tarde se puede observar la puesta del sol que se va ocultando lentamente por el oeste. El cielo cambia de tonalidades en tonos anaranjado y amarillo y fin de la actividad, cuando nos damos cuenta pasaron unas 40 familias por el Club. Gracias a esta filosofía de vida, mucha gente se ha metido y ha comenzado a familiarizarse con este mundo mágico de velas, alas, térmicas , dinámicas y, sobre todo, plumas. Uno puede tomar clase para aprender las técnicas del vuelo. El deporte del parapente es la forma más sencilla y emocionante de volar y también el aparato volador más ligero que existe: un equipo de vuelo completo ronda los 20 kg
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