El Sable de oficial de Caballería Mod. 1796
Por Laura Trípodi para Revista Aire Libre.
Nada importante ha sucedido hoy. (George III)
Corría el año 1788 cuando se decide convocar al Consejo de Oficiales Generales al mando del General Henry Seymour Conway para introducir un nuevo patrón, que dotara de uniformidad a los regimientos de caballería, tanto la Ligera como la Pesada, ya que hasta ese entonces los escuadrones estaban equipados según el capricho del Oficial que estuviese al mando. Es así que se aprueba, luego de varias idas y vueltas, el modelo 1788, el cual fue el antecesor del sable Modelo 1796 cuya historia trataremos en esta oportunidad.
“Estoy decidido a subir a la cabeza de mi profesión y nada más que la muerte me va a detener” (Le Marchant)
Por aquellos tiempos se rumoreaba que el sable Modelo 1788 era muy difícil de manejar e incluso ocasionaba heridas auto infligidas por su uso; pero aun así este sable vio la luz en la campaña de los países bajos realizada al mando del Duque de York. En ese contexto aparece el personaje de John Gaspard Le Marchant, un Oficial de Caballería de los orígenes de Guernsey que para el año 1789 se desempeñaba como teniente de la sexta Dragoons como así también prestaba servicio de escolta real para el Rey George III.
Durante la campaña a los países bajos, específicamente en la Campaña de Flandes (1794/95) observó y tomó nota detallada del equipamiento británico y en particular del austriaco que para ese entonces era una potencia aliada. El equipamiento de los húsares era un patrimonio que se remontaba desde más de un siglo y que era considerado el mejor de Europa.
La perseverancia es el único camino seguro hacia el éxito
Marchant con sus ideas buscaba remediar la situación en la cual se encontraba Gran Bretaña para ese entonces. Y fue así que realizó distintos bocetos con el deseo de mejorar su propio servicio y al regresar nuevamente a campaña y otra vez como escolta real y por ende con acceso al rey, le presenta dos proyectos. Por un lado la idea de implementar lo que llamaría las Reglas de Regulación para el Ejercicio de la Espada de Caballería; la cual fue publicada por la oficina de Guerra el 1 de Diciembre de 1796 y por el otro la idea de implementar un nuevo patrón uniforme, que sería el sable de caballería Ligera Modelo 1796.
Este sable es quizás el más conocido de todos los sables británicos, estando en servicio desde 1796 a 1821, abarcando todas las guerras napoleónicas en particular la de la Independencia y la de Waterloo.
Con ese proyecto aprobado por el Rey, Le Marchant se acerca al cuchillero Henry Osborn Bordesley en Birmingham y juntos produjeron los primeros prototipos.
Al sable de caballería ligera, Le Marchant lo describe como de una sola empuñadura realizada en metal dorado y una hoja curva de 31 ½ pulgadas de largo con un borde de filo para corte. Siendo un modelo elogiado, el 27 de Junio de 1796 llega la orden para ser adoptado como sable reglamentario de la caballería Ligera, pero con ciertas modificaciones respecto del modelo original. La longitud de la hoja debía ser de 32 pulgadas y medias hasta 33, es decir que sufrió un aumento al menos 1 a 1 ½ pulgadas respecto del diseño original y la empuñadura debía ser de hierro en vez de metal dorado.
Henry Osborn se benefició inmediatamente al asociarse con Le Marchant, ya que al mes obtuvieron autorización real para suministrar con 3000 sables a un costo de 17 chelines cada uno a la caballería Ligera. Hubo otros fabricantes como Osborn, Thomas Gill Woolley & Co, Josiah H Reddell y Thomas Craven que también obtuvieron la autorización fabricando el Modelo 1796 conforme al reglamento aunque incluyendo ínfimas modificaciones.
Todos los sables fueron ordenados por el consejo de Artillería y aprobados por inspectores independientes elegidos por el mismo consejo. Cada uno debía tener estampada la marca de homologación, que consistía en una corona con una numeración, y cada inspector tenía el suyo que lo identificaba. Luego eran trasladados a la armería de la Torre de Londres para su distribución.
Muchos sables de este modelo no poseen marca de fabricante ya que como bien se había mencionado fue hasta después de 1788 que se logra la estandarización y es así que muchos regimientos comienzan a marcar sus equipos. En 1797 algunos oficiales marcaban el sable con la carta de tropa y el número de soldado sin ser necesario el número de regimiento pero no fue hasta 1812 cuando un general emitió la orden, que todo el equipamiento debía ser marcado con la denominación del regimiento más una letra y un número.
En 1788 se logró la unificación, conllevando a que los oficiales utilizaran un mismo patrón al igual que todos los hombres bajo sus mandos; logrando la existencia de dos modelos: el de tropa y el de oficiales. Sin embargo el modelo de los oficial difiere al de Tropa como era de esperar, ya que se encuentran con varios refinados, adornos dictados por moda y/ o gustos particulares. Esa diferencia no se acentúa en cuanto al estilo o dimensión del sable sino más bien en la decoración de la hoja, que por aquellos tiempos era la llamada hoja azul, ya que estaba en boga desde los años 1780 hasta el año 1815 aproximadamente.
Agradable a ver… peligroso tocar.
El sable tiene una hoja de acero, ancha, con un solo borde y con una curva pronunciada (divergente casi 3 pulgadas de la recta). La hoja era de 33 pulgadas de longitud (medida desde la empuñadura a la punta en línea recta) y era más amplio cerca de la punta que en la unión con la empuñadura.
En cuanto a las diferencias que encontramos dentro de los sables Modelo de Oficiales tenemos, por un lado una versión a la que se podría llamar vulgarmente económica, ya que simplemente la hoja se encuentra sin adornos y posee solo la marca del fabricante; y otras que se encuentran decoradas con las iniciales GR (de pie para el rey George III), motivos florales, una imagen de un espadachín a caballo, una corona y un escudo de armas con el león y el unicornio.
El Pomo, es largo con orejas remachadas al mango, las cuales variaban en los modelos de oficiales de acuerdo al tipo de fabricante, como por ejemplo el Woolley tiene orejas medio ovaladas y la Gill tiene orejas triangulares.
El mango, era de madera galloneada para el agarre, aunque también se observaron modelos recubiertos de cuero con trenzados en hilos de plata y en muy raros casos con piel de tiburón.
La vaina es bastante simple, de hierro o acero, que sigue la curva de la hoja. Tiene una punta redondeada y dos anillos adjuntos para la suspensión al cinturón.
Hasta la próxima…
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Freddy
Excelente artículo, datos muy precisos y entendibles de estos sables poco conocidos para algunos!…