Desafiando a la gravedad.
Es el montañista más valiente del mundo – literalmente, demostrado -. Y puede que sea también el más chiflado.
Alex fue el primero en lograr en modalidad solo integral (sin protecció, sin anclajes ni cuerdas, solo con sus manos y pies) una ascensión a El Capitán, en el parque de Yosemite, California. Una pared de 914 metros, considerada como la joya de la escalada libre.
Fue un 3 de junio de 2017, después de un año de preparación, cuando escaló los casi 1.000 metros de la pared del Capitán sin emplear cuerdas ni agarrarse a otra cosa que no fuese la roca. En los pasos más difíciles no se sujetó a ningún clavo o expansión de la pared, ni colocó un empotrador. Solo su técnica y su fuerza, su control mental, la precisión de sus movimientos y un enorme trabajo previo de preparación permitieron la hazaña, algo que nadie jamás había podido realizar con anterioridad. Lo inimaginable era, ahora, una realidad para la que casi nadie estaba preparado.
Para contar su historia, un equipo de filmación lo siguió durante los últimos años y lo acompañó mientras conseguía su máxima hazaña. El documental que reflejó la hazaña, Free Solo se llevó el premio Bafta y lo catapultó como ganador de su categoría en los Oscar 2019.
Honnold había escalado El Capitán más de 50 veces, siempre con soga; las caídas -quedar colgando en el vacío, se entiende- habían sido pocas, y colecciona récords de velocidad en varias de sus rutas. Pero fallar en un free solo significaría, literalmente, precipitarse a la misma muerte que tuvieron decenas de colegas.
“Soy consciente de que lo que hago puede parecer una locura -dice-. Pero después de 20 años de práctica créeme que ya no es una locura. Solo es peligroso si te caes, y eso podría pasar si antes no practicaste lo suficiente. Yo no quiero ser un escalador de suerte, quiero ser un escalador de excelencia”, le señalaba en un reportaje que le concedió a LA NACION revista. “Si no me preparara, probablemente tendría miedo. Parece que solo subo, pero todo está perfectamente meditado. Lo que hago es muy preciso. Podría hablarte de cada pequeño movimiento de pies y manos que hice”, completó.
Desde 2005 lleva cuadernos de notas en los que registra, de forma minuciosa, hasta el más nimio detalle de sus subidas, con fechas, condiciones del tiempo, pisadas, estrategias, y estados de ánimo. El esfuerzo físico que debe hacer es casi el mismo, con o sin soga. Pero sin soga, el gran esfuerzo es el mental.
Incluso la medicina se ha interesado por el caso de Honnold. Después de realizar una resonancia a su cerebro y cotejar los datos con los de un escalador de su edad, los médicos concluyeron que la actividad de la amígdala (centro de control de las emociones y sentimientos en el cerebro, donde, entre otros, se controla el miedo) de Honnold respondía a cámara lenta mientras que la del otro escalador hervía de actividad. Honnold no cree en estas teorías médicas. En su caso, la respuesta es mucho más sencilla: “Yo puedo sentir miedo como cualquier persona. El peligro me asusta. Pero como he dicho cientos de veces: si tengo algún don es la habilidad de mantener la calma en lugares que no dejan margen al error”, le declaraba a El Pais de España.
A principios de 2020 y a escasos días antes de que el mundo entrase en una de las fases más sombrías de la historia, Honnold junto a Colin Haley, de viaje en la Patagonia argentina, volvió a hacer de las suyas: salió de la localidad de El Chaltén a la carrera, recorrió los 20 kilómetros de terreno de montaña que le separaban de la pared de la Aguja de la S, escaló en solo integral sus 900 metros en medio de la tormenta, desescaló por una vertiente más sencilla y regresó corriendo a la casilla de salida. Invirtió apenas 12 horas… “No, no, eso fue solo un entretenimiento, un bonito día, pero no fue nada importante, nada que fuese de un nivel especial (asegura en inglés que no fue world class) aunque lo pasé muy bien y espero poder repetir”, explica, sin que exista un atisbo de prepotencia en su discurso.
Alex tiene casi dos millones de seguidores en las redes sociales y ha utilizado esa plataforma para promover su ONG, The Honnold Foundation que otorga subvenciones a organizaciones que promueven el acceso a la energía solar en todo el mundo. Durante cinco años invirtió un gran porcentaje de su propio dinero en la organización, pero gracias al éxito de ‘Free Solo’ y a su fama, su ONG se ha convertido en un potente proyecto.
“Esto es lo mejor y lo que más éxito ha tenido desde ‘Free Solo’. Estamos recaudando mucho dinero y el impacto se siente en todo el mundo. En un año hemos recaudado un millón de dólares”, señaló en una entrevista poco antes de la pandemia.
Dónde ver “Free Solo” online
La cinta está disponible para su compra en algunas de las grandes plataformas de streaming: iTunes, Amazon Prime Video y Google Play.
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