De safari en el desértico norte de Kenia
Decir que la mayor parte de Kenia es un desierto constituiría una exageración, aunque no muy grande: la mayoría de ese país tan querido tiene poca lluvia y aspecto desolado. Es interesante cómo las mismas especies animales que pululan en regiones del país más verdes y húmedas, adoptan en las enormes zonas desérticas otros colores y características. Por poner solo un ejemplo, el impala —ese hermoso antílope saltarín, que puede encontrarse en casi todo el país— tiene un color marrón gastado, menos intenso, en las regiones desérticas. Por otra parte, en estas se encuentran algunas especies ausentes en los lugares verdes y húmedos.
Así, en la región de Samburu, unos trecientos kilómetros al norte de Nairobi (la capital de Kenia), pueden avistarse los llamados “Samburu Super Five” (por contraste con los famosos “Big Five”: león, leopardo, elefante, búfalo y rinoceronte, todos los cuales también pululan en el norte). Los “Super Five” (también conocidos como “Samburu Special”), que solo se encuentran allí, son: gerenuk (también conocido como gacela-jirafa), oryx, jirafa reticulada, cebra de Grévy y avestruz somalí.
Los “Samburu Super Five” son todos mamíferos (herbívoros), menos el avestruz somalí. Todos tienen una belleza singular. El mejor lugar para verlos es la Reserva Nacional de Samburu, a la que se accede desde la ruta principal que une Nairobi con el norte del país. Cuando uno llega desde el sur a un antiguo poblado llamado Archers’ Post, dobla a la izquierda por un camino de tierra y a unos pocos minutos de andar se topa con la entrada principal a este parque relativamente chico, que es una de las joyas mejor guardadas del mundo salvaje. En lo que a Kenia respecta, yo lo ubicaría segundo en importancia, detrás de Masái Mara (aunque a una distancia sideral). Pero autores disputan y otros maestrillos seguramente sugerirían los nombres de Amboseli y de Tsavo antes que el de Samburu.
He tenido la suerte (como dicen) de visitar Samburu muchas veces. Hasta hace poco me quedaba siempre en alguno de los “lodges” que se encuentran dentro de la reserva, como he contado anteriormente en las páginas de “Aire Libre”. En mi última visita, sin embargo, pernocté en un sitio asaz interesante, ubicado afuera del parque, cerca de la ruta, pero a su derecha, en las afueras de Archers’ Post.
Se trata de “Heshima Best Camping”, y está situado a metros del río Ewaso Nyro, el mismo cauce que separa, del otro lado de la ruta, la Reserva Nacional de Samburu, de la vecina Reserva Nacional de Buffalo Springs. Por su parte, “Heshima”, se encuentra pegado a una tercera reserva, la Reserva Nacional de Shaba, un enclave poco interesante, por su baja densidad de animales, debida, seguramente, al mal patrullaje allí, que hace que prolifere en Buffalo Springs la caza furtiva.
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“Heshima” es un sitio sencillo y económico. Compararlo con los “lodges” que se encuentran dentro de la Reserva Nacional de Samburu, es como comparar un bar de pueblo con un Starbucks. Así que todo depende de qué prefiera uno en cada ocasión (y de cuál sea su presupuesto). En todo caso, “Heshima” es un lugar digno, cumple su cometido y está tan cerca de la Reserva, ¡que es casi como si uno estuviera dentro!
De modo que si el lector se anima algún día a viajar a África; se anima a elegir Kenia; y acierta con incluir Samburu en su safarí… ahora cuenta con una opción más: Heshima Best Camping.
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