Mató en defensa personal, pero la Justicia lo imputó por homicidio simple
Un trabajador de Moreno fue abordado por dos motochorros, se defendió con su arma, y una de las balas mató al ladrón. El hombre asaltado está actualmente imputado por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, y tiene prisión domiciliaria.
Un ciudadano del partido bonaerense de Moreno, tuvo que acudir a su instinto atávico de supervivencia, en el preciso instante en que uno de los motochorros que pretendían asaltarlo, intentó darle un puntinazo con una chuchilla tumbera, el pasado 25 de enero.
La víctima, un hombre de 45 años que caminaba plácidamente por la calle Chilecito y Tinogasta del barrio Güemes -localidad morenense de Francisco Álvarez-, atinó a desfundar su arma de fuego, y dispararle ahí no más a los malvivientes para defenderse. Ahora, el asaltado está con prisión domiciliaria, acusado de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, de la cual tenía constancia de tenencia legal pero no de portación.
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El delincuente que falleció tras el disparo de la 9 milímetros de la víctima, tenía 21 años, mientras que su acompañante malhechor, quien solo resultó herido, era nada menos que su hermano de 17 años, un menor de edad. Los motochorros se movían en una cross negra que tenía pedido de secuestro desde hacía un mes, y según una de las vecinas que testificó en la causa, el delincuente menor de edad había robado a una persona del vecindario durante el pasado fin de semana.
“El delincuente me mostró la cuchilla y me dijo dame la mochila que te apuñalo. Me tira un puntazo en el pecho. Saqué el arma y disparé sin mirar. El otro chico se me quiso venir encima cuando se dio que no tenía más balas. Pero se asustó. Los vecinos redujeron al otro delincuente. Uno le quiso pegar un cascotazo en la cabeza y lo frené (…) Cuando me di cuenta lo que pasó, me largué a llorar”, señaló el imputado.
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El asaltado quedó conmocionado en el lugar, y luego llamó al 911 para contar lo sucedido. De hecho, hasta entregó la pistola a la policía sin ningún tipo de resistencia. Sin embargo, ese mismo 25 de enero, la fiscal María Gabriela Urrutia solicitó su detención por homicidio simple agravado por el uso del arma de fuego, y más tarde, la jueza María Celina Ardohain convalidó el arresto.
El arma se trata de una Bersa 9 mm cuya tenencia legal por parte del arrestado fue convalidada por la ANMaC –Agencia Nacional de Materiales Controlados–, aunque no cuenta con una constancia de portación. El abogado que representa al detenido bajo arresto domiciliario hasta que se dicte la sentencia de la causa judicial, Pablo Becerra, pidió dos excarcelaciones y un cambio de la carátula legal a legítima defensa, contemplada en artículo 34, incisos 6 y 7 del Código Penal, catalogándola como una respuesta de supervivencia a una agresión Ilegitima y una necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
URGENTE 24
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