Un lugar para admirar la belleza de sus cascadas y practicar la pesca deportiva
Paso de Piedras está ubicado en un desvío de la ruta provincial N°34, en el corazón de las Altas Cumbres.
Por Vanina Boco para La Nueva Mañana
Abril.2023- La ruta provincial 34 que nos lleva a transitar la parte más alta de Córdoba, esa que se conoce como las Altas Cumbres, guarda tesoros increíbles entre sus montañas.
Recorrerla es un paseo en sí mismo porque en cada curva el paisaje cambia y regala una nueva postal imponente: formaciones rocosas de diversos tamaños, pastizales y algunos tabaquillos tapizando el suelo y, en lo más alto, los cóndores siempre presentes, aunque a veces no nos detengamos a apreciarlos.
Al costado de la ruta, también llaman la atención las cascadas y pequeñas vertientes naciendo entre las piedras. Está a la vista por qué esta zona es tan importante para la hidrografía provincial. Allí se encuentra la Reserva Hídrica Pampa de Achala formada por una red subterránea que alimenta distintos ríos y arroyos. Uno de esos cursos de agua es el Río Paso de Piedras que pude conocer el último fin de semana de marzo.
Cómo llegar
En mi recorrido por la ruta 34, me detuve en el km 46, y entré en un camino que sale hacia la izquierda (si vas desde Córdoba capital). Este es un camino público que, si bien atraviesa campos privados, es una zona que forma parte del Parque Nacional Quebrada del Condorito, es el acceso a la seccional La Trinidad perteneciente a esta área protegida, por lo que está permitido pasar y recorrer.
Se trata de un camino de ripio de unos ocho kilómetros de distancia para llegar al vado Río Paso de Piedras.
El trayecto se debe realizar en velocidad baja ya que hay partes con pozos, piedras o desniveles propios del paso del agua y el viento. Además, como pasamos por campos de producción ganadera, mayormente, hay animales al costado del camino.
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Los espartillos son predominantes entre la escasa vegetación, que es bien aprovechada por las vacas que andan pastando. Pero no solo hay vacas, también hay caballos, burros, ovejas ¡y llamas! Sí, entre tanta montaña y con estos animalitos se confunde el paisaje y pareciera que andamos en algún lugar de la geografía jujeña.
El camino sigue regalando postales típicas de la Pampa de Achala, como pequeñas lagunas que se forman por la acumulación del agua ya sea de lluvias o la que brota del este suelo que es como una esponja.
Para llegar a destino hay que pasar por la tranquera y el casco de la Estancia Paso de Piedras, que está abierta porque, como les mencioné, se trata de una zona de acceso público.
Área de pesca
Unos pocos kilómetros más adelante, los carteles indican la llegada al área Centro-Oeste del parque nacional. Se trata de un sector de uso diurno, lo que significa que no se puede acampar para pasar la noche, tampoco se puede hacer fuego ni arrojar basura.
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Este es un espacio muy conocido y aprovechado por los pescadores, ya que está habilitado para la pesca deportiva.
Allí se encuentra una especie de trucha llamada fontinalis, que se puede pescar siempre que se cuente con el permiso que emite el parque nacional y que se tramita sin costo de manera online.
Según consta en la página del parque, la temporada de pesca se extiende desde el 28 de octubre de 2022 hasta el 28 de mayo de 2023, por lo que todavía quedan varios días para aprovechar e ir a pescar a este lugar.
Un río distinto
Tal como su nombre lo indica, este es un río que literalmente pasa entre las piedras. En muchos tramos su lecho es un piso rocoso, y el agua se escurre con fuerza, desde el vado hacia abajo.
Se forman diversas cascadas hasta llegar a una parte donde se hace ancho y queda calmo, donde además se forman lindas playitas de arena en sus márgenes, ideales para tender una manta o instalar la reposera y quedarse contemplando.
Pero mi espíritu inquieto me lleva a seguir recorriendo por la costa del río que en este sector ya es de pura piedra. Así descubro más cascaditas, ollas y una masa de agua más ancha que se forma por la unión de dos ríos.
Más arriba, vuelve a haber sectores con playitas de arena que, junto al sonido del agua, invitan a disfrutar de la tranquilidad de este lugar.
Con todo esto, se puede decir que además de un paraíso para los pescadores, este rincón escondido de la Pampa de Achala es perfecto para pasar un día desconectados, solo en comunión con la naturaleza.
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