Un cazador presentó una denuncia al Parque Nacional Nahuel Huapi
Un procedimiento que estaría viciado, mal confeccionado y en el cual un cazador de Bariloche tendría todo en regla, lleva ya casi cuatro meses que no tiene respuestas por parte del Parque Nacional Nahuel Huapi. La denuncia fue radicada en la Fiscalía Federal y en la Defensoría Federal.
29 de agosto de 2023. Todo indica que al denunciante le aplicaron un reglamento para caza deportiva, cuando la misma estaba terminada (se extiende desde el 1° de marzo el 25 de abril), cuando en realidad se debería haber aplicado el reglamento de caza de control (habilitada desde el 26 de abril hasta el próximo 2 de febrero), debido a que se encontraba en un establecimiento privado y habilitado para la práctica de caza de control.
Es decir, el cazador afectado estaba en regla, en un campo privado y con un ejemplar de ciervo hembra, dentro del reglamento de caza de control y con una guía de tránsito como la normativa manda.
El caso
Según se publica en El Cordillerano, el pasado 3 de mayo, el vecino Matías Schell salía del campo de un amigo en la Ruta Nacional 237 a la altura del kilómetro 1619, estancia Rincón Grande a 2 kilómetros del Anfiteatro y antes de salir de la tranquera mientras abría el candado, lo interceptó un móvil de la policía de Neuquén con dos efectivos.
Los agentes consultaron qué hacía allí, y una vez cerrado el portón respondió que era amigo del dueño y que había ido a buscar la carne congelada de un ciervo que había cazado cinco días antes y que también llevaba su arma, que había quedado en la caja fuerte del establecimiento (una carabina de repetición marca Maverick 3006), y la llevaba a su domicilio por haberse terminado la temporada de caza.
“Uno de los efectivos policiales me solicitó toda la documentación, y le entregué: mi documento, credencial vigente de legítimo usuario de armas de fuego, tenencia vigente de dos armas de fuego, permiso de caza emitido por la Administración de Parques Nacionales (que me habilitaba a cazar un ciervo el día 29/04) y la guía de tránsito emitida por Parques Nacionales (que me habilitaba a transportar la carne de dicho ciervo, para mi consumo, en mi vehículo particular, el día 03/05). Hasta ese momento todo estaba en regla”, relató Schell a El Cordillerano.
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Describió que el policía revisó toda la documentación y constató la carne de ciervo dentro de una conservadora, que estaba congelada y que las armas estaban siendo transportadas como dice la ley (descargadas, alejadas de sus municiones / cargadores y en sus fundas originales. Y en el caso del rifle con el candado reglamentario que lo inhabilita a disparar).
“El efectivo policial me dice que por su parte está todo constatado, en regla y cumpliendo con la ley. Pero que tiene que dar aviso a la Seccional de Guardaparques, para que corrobore el guardaparque de turno”, expuso.
Luego de una larga espera y que el guardaparque no llegara, el vecino en diálogo con los efectivos decidieron dirigirse a la seccional de Limay y hasta allí fueron.
“Cuando llegamos a la seccional de río Limay, se presentó con nosotros el guardaparque Martín Morales, ya con toda mi documentación en mano que le había entregado la policía. Me preguntó nuevamente todo lo mismo y me pidió un momento para ver en su oficina la documentación y constatar todo nuevamente. Estuvimos más de 40 minutos afuera de la seccional con dos policías al lado nuestro, las cuatro puertas y el baúl de mi vehículo abierto. Revisaron dos veces el vehículo por dentro, incluso guantera y demás compartimientos. Les preguntábamos cuál era el inconveniente, por qué demoraba tanto el guardaparques si estaba todo en regla y ya habían revisado todo dos veces. Los oficiales nos responden que no sabían por qué, pero que era parte de un supuesto protocolo”, comentó Schell.
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Luego de casi una hora, el guardaparque Morales le solicitó que bajara todo lo que tenía que ver con cacería, armas y carne. Que tenía que sacarle fotos a todo y les iba a explicar la situación en su oficina. “Una vez que bajamos todo por nuestra cuenta y sin ayuda, nos dijo que todos esos elementos iban a quedar secuestrados por no cumplir con el reglamento de caza”, expuso.
“Le dije que había cumplido con todo, ya que me presenté en Parques Nacionales previamente para asesorarme y pedir los permisos correspondientes; pero insistió en que tenía que labrar un acta de infracción y secuestrar todos los elementos que había bajado de mi vehículo, alegando que en la fecha de cacería (el día 29/04/2023, cinco días antes) no había hecho el ingreso al área de caza en la seccional del guardaparque“, siguió relatando.
“Por ignorancia creí que el guardaparque tenía razón y estaba actuando bien, bajo el reglamento. Que el que estaba en falta era yo. Por lo tanto accedí a firmar la infracción y ambos sacamos fotos de todo lo secuestrado”, reconoció el denunciante.
El proceso de secuestro duró unas seis horas y no le devolvieron su documentación, más que el DNI. “Luego de todo esto me asesoré con un abogado y me acerqué a la oficina de Parques Nacionales, donde había sacado el permiso de caza. En ese lugar me explicaron que yo cumplía con el reglamento, y que no había infraccionado en nada, ya que ese ingreso al área de caza en la seccional del guardaparques, lo deben cumplir los cazadores que hacen la actividad en las áreas públicas de caza y que son adjudicadas por remate público, según el reglamento único de caza de ciervo colorado y jabalí en los parques nacionales Nahuel Huapi y Lanín. Pero en este caso, se trataba de un coto privado de caza, y no un área de caza rematada por parques nacionales. Por lo tanto, me afirmaron en las oficinas de Conservación de Parques Nacionales, que estaba mal aplicada la normativa y erróneamente labrada el acta”, explicó Schell.
Por otra parte, la ANMAC (Agencia Nacional de Materiales Controlados) que es la entidad que regulan todo lo que tiene que ver con armas de fuego, le informó que el documento personal CLU (credencial de legítimo usuario de armas de fuego) no se puede secuestrar ni retener, ya que es un documento personal y lo habilita a la tenencia de estas y otras armas. Por lo tanto desde el día 3 de mayo no puede acreditar su condición de legítimo usuario.
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“Luego de esto, formulé mi descargo y lo presenté junto a mi abogado en tiempo y forma, explicando toda esta situación. Pero los meses pasan y no me dan respuesta. No solo por el secuestro indebido, sino también de la pérdida económica que tuve en gastos innecesarios (ya que no cometí ningún delito ni infracción), como de abogado y de los permisos que pague en Parques Nacionales, para que luego me secuestren la carne que, obviamente, ya está perdida y no puedo recuperar”, reclamó Schell.
Su asesor letrado ha requerido la devolución de sus pertenencias y tampoco le han respondido, más que una declaración donde le señalan que la resolución llegará “pronto”.
A la fecha, Matías Schell presentó antes la Intendencia del Parque Nahuel Huapi: “descargo escrito en tiempo y forma dentro del plazo establecido por la APN, 10 mails formales a la secretaría de la Intendencia solicitando una reunión con el intendente Horacio Paradela, numerosos mails de mi abogado a los abogados de Parques, denuncia en la Defensoría Federal y en la Fiscalía Federal y un pronto despacho en Mesa de Entradas para darles plazo de devolución de mis pertenencias”.
“Actualmente, ya con las ideas más claras, sabiendo que esto fue un error gravísimo del guardaparque, siento que se están vulnerando mis derechos y no encuentro protección por parte de ningún ente del Estado”, dijo el afectado quien denunció al guardaparque Morales por: abuso de autoridad, prevaricación, acto arbitrario y/o secuestro indebido de documentación y armas de fuego. (Además de encubrimiento por parte de la Administración de Parques Nacionales por no darle respuesta). Desde ya, también está preocupado por sus pertenecías y documentación, por las cuales hace responsables a Morales y a la APN, esperando que el día que se lo devuelvan, no haya faltantes ni daños.
EL CORDILLERANO
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