El Primer Torneo Nacional de pesca del Dorado en la Isla del Cerrito
Fue en 1970, y se generó un conflicto interprovincial con Corrientes: por muy poco no llegó la sangre al río.
Por Roly Pérez Beveraggi – Diario Norte
4 de octubre de 2023. El conflicto se originó cuando la Federación Chaqueña de Pesca y Lanzamiento, de la cual eran presidente Vicente Vescera y secretario mi viejo Osvaldo Pérez, decidió tomar como sede a la isla, sin tener en cuenta la habitual de Paso de la Patria. La Federación quería que, al ser organizadora del torneo, su sede fuera el Chaco (históricamente, los primeros torneos de pesca del dorado los organizó el Chaco, en el Paso).
Este deseo, que se transformó en idea y luego en proyecto, fue presentado al gobierno del Chaco y este lo ejecutó, con la colaboración incondicional del en ese momento secretario de Turismo, Jorge Palarich, gran amigo de mi viejo y persona muy valiosa cultural y socialmente, además de excelente pianista.
Don Jorge tomó la posta y se abocó de lleno, conjuntamente con la Federación de Pesca, a la organización del torneo.
Costó muchísimo ejecutarlo, fundamentalmente porque el Cerrito no estaba preparado para semejante fiesta y los correntinos pusieron una y mil trabas para su normal desarrollo. Una fue la organización de un torneo paralelo, con la dificultad que esto producía, ya que el río y el lugar de pesca era común a las dos federaciones en pugna.
La historia
A fines de 1963, el por entonces gobernador Deolindo Felipe Bittel solicitó al Poder Ejecutivo Nacional que la Isla del Cerrito pasara a la jurisdicción provincial, y nunca claudicó en su reclamo. En 1966 la Federación Chaqueña de Pesca tomó la posta y formó una comisión pro recuperación de la Isla. Con apoyo del gobierno provincial, se recuperó definitivamente como un pedazo más del Chaco en 1968. De allí nació la idea de realizar el torneo en este paradisiaco lugar.
Retomando el relato, cuando decía que por suerte la sangre no llegó al río, no fue una exageración, porque las agresiones fueron muchas. Como anécdota me queda en el recuerdo una pintada en la costanera correntina, que decía “Haga patria, mate a un chaqueño”. Jorge Palarich le respondió en una boya del Paraná, escribiendo: “Haga patria, eduque a un correntino”.
Las acusaciones fueron tremendas, pero la más hiriente llegó a ser que los chaqueños que concurrieran a la Isla íbamos a ser contagiados de lepra, e irónicamente nos llamaban “leprosos” (el hospital había dejado de funcionar muchos años antes).
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En ese tiempo, el camino al Cerrito era precario y no había puente para cruzar a la isla. Se improvisó un puente flotante de una sola mano que sirvió de unión por un tiempo transitorio, hasta que se hizo el definitivo. Lo que más se buscó en ese tiempo fue el desarrollo turístico de la Isla del Cerrito y ese fue su primer hito.
La Fiesta fue un éxito total, a pesar de las incomodidades reinantes, como las demoras ocasionadas por el cruce del puente: se formaron largas colas de ambos lados para el cruce, pero el deseo de ser protagonistas de la fiesta excedía cualquier percance. La concurrencia superó toda expectativa, casi no hubo un habitante de Resistencia que no haya participado de la Fiesta, como se dice vulgarmente no cabía un alfiler.
Se improvisó todo tipo de albergue, las carpas eran desde las más precarias, hasta las más confortables y hasta había unas cuantas provistas por el ejército, de gran tamaño, donde el alojamiento era comunitario. La fiesta se desarrolló en agosto y el frío fue infernal, solo apaciguado con fogones y mucho alcohol. La camaradería que existió en ese lugar fue mágica y nos quedó grabada a fuego aquella aventura que comenzó como un deseo y terminó en una epopeya.
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Como anécdota me queda que, acompañando a “Coco” Solari, incondicional amigo de mi viejo, trasladamos en su camioneta los trofeos para el torneo, y uno en particular, el más importante, lo llevábamos en la cabina. Me parecía majestuoso, todo el camino fui pensando quien ganaría semejante galardón, y la fortuna quiso que lo ganara mi viejo, acompañado de su gran amigo Raúl Pitteri (con tres hermosos dorados ganaron el título nacional de Pesca del Dorado). En la casa de mis viejos conviven el trofeo y una hermosa foto de ese instante.
En 2019, la Lotería Chaqueña presentó un proyecto para hacer el Museo del Deporte Chaqueño, proyecto realizado por la arquitecta “Mechi” Villaverde, consensuado con el Círculo de Periodistas Deportivos y algunos adherentes a la idea. El trofeo lo donamos al futuro Museo, para que el Chaco todo pueda contemplarlo.
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