“Superatleta” desde hace 12 años, soldado deportista e irá a los Juegos Olímpicos
- Desde los 11 años se enganchó con la disciplina que abarca natación, carrera, tiro, esgrima y equitación.
- Es uno de los productos de la detección de talentos para Buenos Aires 2018.
- Entre los entrenamientos y el estudio de la Licenciatura en Administración, no tiene un minuto libre.
Luciana Aranguiz – CLARIN
09/01/2024. El primer contacto de Franco Serrano con el deporte fue en la pileta del Club Estrada de José C. Paz. Tenía tres años y sus papás lo llevaron a hacer natación como un juego. En ese momento no se imaginaba que aquellas primeras brazadas lo iban a llevar a convertirse en un “superatleta”. Es que un tiempo después, cuando el juego ya se había transformado en competencia, fue invitado junto a sus compañeros a probar con el pentatlón moderno. Y ese deporte, concebido hace más de cien años por el barón Pierre de Coubertin con el objetivo de encontrar el “atleta completo”, lo atrapó inmediatamente.
El bonaerense, de entonces de 11 años, se enganchó con la dinámica de una disciplina que abarca otras cinco –natación, carrera a pie y tiro combinados en el laser run, esgrima y equitación– y se animó al nuevo desafío. Y hoy, con 23 años recién cumplidos, es el mejor pentatleta argentino de la actualidad y está a meses de disputar sus primeros Juegos Olímpicos.
Haberse clasificado a París 2024 al quedar quinto en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 fue el premio a muchos años de trabajo y a una enorme dedicación a un deporte exigente como pocos, que lo obliga a una rutina itinerante semana a semana.
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“Me la paso viajando para todos lados, pero ya estoy acostumbrado”, le cuenta a Clarín. Y describe su agenda recargada: “El trabajo en el gimnasio y el de natación lo hago en el club Almacuática. Voy dos veces por semana al CeNARD para hacer los entrenamientos de calidad de atletismo en la pista. El resto de los días, como son entrenamientos de tiradas largas y de fondo, los hago saliendo a correr cerca de casa. Para esgrima, voy al Club Francés y para equitación, al Hípico Argentino de Merlo. Tengo mi entrenador específico de cada disciplina. Y el tiro, como tengo mi pistola láser y mi blanco, lo puedo hacer en cualquier lugar en el que tenga 10 metros para acomodarme y tirar”.
-Entrenar y competir en un deporte en el alto rendimiento es demandante y duro. ¿Cómo es hacerlo en cinco al mismo tiempo?
-Es difícil y sacrificado, sobre todo en Argentina, donde no tenemos las mejores instalaciones y el presupuesto para ser un atleta de elite es un tema complicado. Igual a mí me gusta entrenar en el país y siempre elegí hacerlo. Me formé acá y nunca fui a entrenarme a otro lado, sí a competir. Y eso me da resultado. Tengo becas del ENARD y de la Secretaría de Deportes y también formo parte del Ejército Argentino como soldado deportista. Mi familia es mi pilar más importante, porque gracias a ellos puedo seguir enfocándome en el deporte.
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Planificar la preparación de un torneo y organizar los entrenamientos de una semana son desafíos especiales para Serrano, que acomodando horarios y coordina con cada unos de sus entrenadores. Y se pasa buena parte del día practicando alguno de los cinco deportes que son el centro de su vida.
“Entreno entre dos y tres disciplinas por día. Hago natación cinco veces por semana, voy a correr otras seis veces, gimnasio cuatro sesiones semanales, al igual que el tiro, esgrima de dos a tres veces y equitación también. Aunque eso puede variar de acuerdo al momento del año en el que esté y la carga que tenga para cada deporte”, comenta.
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“El director técnico de la federación me va asesorando y diciéndome cómo tenemos que hacer las cosas. Y yo voy planificando con mis entrenadores personales, que me conocen mucho”, agrega.
“A veces entreno todo el día y voy separando las sesiones, porque no puedo hacer todo junto por una cuestión de carga. Si hago una disciplina atrás de otra, no rindo. Y hay veces que entreno de corrido. Por ejemplo, arranco a las 14 con gimnasio hasta las 15.30. A las 16 me tiro a nadar hasta las 17.30 o 18. A las 18.30 voy a hacer trabajo de carrera y termino a las 20. Son unas seis horas por día“, relata.
Serrano no para un minuto. Y no solo porque su deporte lo lleva a cumplir con una rutina interminable. En los pocos momentos libres que le quedan, el bonaerense sigue en movimiento.
“Descansar no es quedarme acostado en la cama sino hacer otras cosas. Estar en mi casa con mi familia o juntarme con mis amigos. Estoy estudiando Licenciatura de Administración en la Universidad de Luján y me voy organizando las clases y los horarios. Para mí es importante tener una vida afuera del deporte y también seguir mis estudios. Y como me apasionan mucho los caballos, ir a montar -no a entrenar equitación- y estar con los caballos me relaja un montón”, cuenta.
-¿Cómo fue pasar de practicar natación a hacer un deporte que combina cinco tan diferentes?
-Empecé de a poco con el penta. Tenía 11 años cuando la federación argentina se acercó al club en el que nadaba para promover el deporte e invitarnos a probarlo. En esos primeros años era solo una diversión. Siempre con mucha curiosidad. Era entrenar todos los días e ir aprendiendo y perfeccionándome. Poder trabajar con chicos más grandes que eran experimentados en las disciplinas me ayudó un montón. Fue un proceso largo, pero dio su resultado.
En aquel primer contacto con el pentatlón en el Colegio Militar de Palomar, donde llegó gracias a la invitación de la Federación Argentina, compitió en natación y en carrera. Al año siguiente, sumó el tiro. A los 15 ya había comenzado con esgrima. Y recién a los 18 empezó con equitación. “Así era: ibas subiendo de categoría y se iban agregando las disciplinas”, explica.
-¿Alguna te costó más que otra?
-Todas tuvieron su momento de dificultad. No es que era bueno en alguna y malo en otra. Cada disciplina tuvo su proceso, su momento determinado en el que me costó más. Pero hoy encuentro un equilibrio en las cinco.
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-¿Tenés una preferida o alguna en la que te destaques más?
-Preferida, la verdad no, porque es el conjunto de todo. Es una de las cosas que me gustó del penta. Si le saco alguna disciplina, pierde esa gracia. Suelo competir en torneos de natación y de esgrima y me anoto a carreras de calle o de pista para ir perfeccionándome. Pero siempre me apasionó hacer las cinco. Últimamente me estuve sintiendo muy bien en la prueba combinada, que es tirar y correr. Es una de las disciplinas a las que más tiempo me costó agarrarle la mano y este año en casi todos los torneos fue en la que más me destaqué.
-Decías que dedicarte al pentatlón en Argentina es difícil y sacrificado. ¿Qué te empuja a seguir haciéndolo?
-Me encanta que es un deporte en el que nunca parás de aprender cosas nuevas y siempre queda algo por perfeccionar. Y va a ser así toda tu carrera, porque siempre habrá cosas que aprender. Y aunque hoy ya lo encaro con mucha responsabilidad y seriedad, me sigo divirtiendo de la misma manera que lo hacía en esos primeros años, cuando todavía era un juego. Creo que hasta lo disfruto más.
Objetivo: París 2024
Franco Serrano viene de dos años muy positivos. En 2022 llegó a las semifinales (quedó 16°) en el Mundial de Alejandría, en Egipto, y ganó la plata en relevo masculino, junto a Emanuel Zapata y Vicente Lima, en el Campeonato Sur y Panamericano de Resende, Brasil, en el que quedó quinto en la individual. Y en 2023 consiguió un séptimo lugar individual en la Copa del Mundo de Drzonkow, Polonia, y ese quinto lugar en Santiago 2023, que le dio el pasaje a París 2024.
“Conseguir la clasificación a los Juegos era mi objetivo. Entrené muy duro, se planificó muy bien para lograrlo. De los Panamericanos me fui muy contento: fue una de las mejores experiencias de mi carrera”, recuerda. Aunque aclara: “Igual me quedó un sabor un poquito amargo por no tener una medalla, porque lo que se planificó, sobre todo mentalmente, era salir campeón panamericano”.
La cita de la capital francesa no serán los primeros Juegos Olímpicos para Serrano. Su bautismo lo tuvo en los de la Juventud de Buenos Aires 2018, donde ganó una plata por equipos mixtos internacionales. Antes de arrancar su carrera senior, fue además subcampeón individual en los Panamericanos Junior de Cali 2021. Pero él sabe que París será una experiencia diferente.
“Buenos Aires 2018 me marcó mucho. Me dio la experiencia de saber lo que era competir en unos Juegos Olímpicos y todo el proceso de clasificación y entrenamiento, que es similar a unos Juegos de mayores. Fue muy importante. A Cali 2021 me lo tomé un poco más en serio. Lo disfruté muchísimo, porque fue una experiencia deportiva y social muy linda. Santiago 2023 me sorprendió: sentí que fue un evento más imponente. París va a ser más que todos esos anteriores“, comenta.
Con su lugar asegurado, Serrano se enfocará ahora en “entrenar y disfrutar el proceso”. Y en planificar con el mismo objetivo que fue a Santiago.
“Todavía no pensamos en ningún puesto específico, pero siempre apuntamos a buscar una medalla: el primer puesto. En unos Juegos Olímpicos, en el penta hay una gran cantidad de atletas que pueden ganar y yo me considero uno de ellos“, afirma.
Y agrega: “Soy consciente de que falta mucho para crecer y aprender. Este es un deporte muy longevo y yo tengo recién 23 años. La mayoría de los atletas explotan de más grandes. A mí me tocó clasificarme a unos Panamericanos y a unos Olímpicos a corta edad, pero eso no quiere decir nada. Me queda mucho por aprender, por competir y por sumar experiencia”.
El nuevo pentatlón
Los Juegos Olímpicos de París 2024 marcarán un quiebre en la historia del pentatlón. Serán el último evento internacional que incluirá la equitación en el programa de competencia.
Es que tras un polémico incidente ocurrido en Tokio 2020 -una entrenadora alemana fue vista golpeando a un caballo y fue expulsada y su equipo descalificado- y la necesidad del deporte de modernizarse para adaptarse al plan del COI, la Unión Internacional resolvió reemplazar la prueba de saltos hípicos por una de obstáculos, que debutará a fines de 2024. El cambio le generó sensaciones encontradas a Serrano.
“Me gustaría que siguiera la equitación, como a la gran mayoría de los atletas. Igual estoy contento de que la Unión Internacional haya encontrado una disciplina para cambiarla por equitación y que el pentatlón siga siendo parte de los Juegos. A algunos les gustará más que a otros, pero hay que aceptarla y seguir”, asegura el bonaerense.
Y cierra: “Yo tengo la suerte de que voy a estar en los Juegos y a disfrutar la equitación hasta el final. Y después vendrá otro desafío, porque voy a tener un par de meses para adaptarme a la nueva disciplina, lo que no va a ser fácil, pero tampoco imposible”.
Luciana Aranguiz – Redactora de la sección Deportes
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