El revólver Doberman
- Todo lo que tenes que saber sobre la historia de vida del emprendedor italiano que le dió fama a este revólver y a otros más de la misma fábrica nacional.
- Se llegaron a producir 2500 revólveres por semana
Por Claudio Antelo
11 de marzo de 2024. Pascual Fígola, italiano oriundo de Calabria del pueblo de Cosenza, nacido el 27 de octubre de 1942, vino a la temprana edad de 8 años al país junto a su padre. Se crió en un entorno familiar dedicado a la comercialización de frutas y hortalizas en una feria- Quién iba a pensar que en temprana edad en su joven rebeldía tenía fascinación por todo lo mecánico. Su habilidad innata lo decidió a trabajar al llegar a su mayoría de edad en lo que más le gustaba: la metalurgia.
Se inició en relación de dependencia con las desaparecidas industrias metalúrgicas SIAM, pasó a la fábrica de armas REDAELLI SRL, (donde se fabricaron las escopetas Centauro, las carabinas DIANA y los revólveres TANQUE), donde conoció a los hermanos LUPINO quienes trabajan allí. Estos últimos se independizaron y crearon la firma ITALO GRA, donde los acompañó FIGOLA, hasta que decide separarse en 1975 para iniciar la fabricación de revólveres por su cuenta pero acompañado de algunas personas más, iniciando en un pequeño taller de la calle Soler 66 en Banfield, (el garage de su propio domicilio).
Poco antes de ese nuevo emprendimiento explicó como se inició todo: un compañero en la misma fábrica Italo Gra, de nombre Renato A. (la familia FIGOLA no recordó el apellido), le comenta que en Mar del Plata le habían ofrecido una matriz para realizar un revólver por inyección. No estaba completa, pero era una buena oportunidad para comenzar la fabricación de armas en zamak por cuenta de ellos. Esto lo entusiasmó, hizo los contactos y la adquirió. Pero precisaba un matricero para concluirla. Allí Renato A. logra incorporar a un matricero llamado Francisco Lupino, uno de los más jóvenes del grupo que trabajaba para la firma de electrodomésticos ULTRACOMB y a su vez este a otro compañero quien se une a ellos llamado Carlos Delfino; Lupino con el tiempo se convertiría en el principal socio de Fígola.
Al nuevo revólver consensuaron ponerle la marca Doberman, un can muy famoso en esa época para funciones de guardia y seguridad. Las cachas plásticas se las encargarían a otro taller para producirlas. El tambor y sus componentes se enviarían a mecanizar a otro taller, el de Pablo Gómez, (también proveedor de mano de obra de este insumo para REXIO). Con el tiempo este prestador fue un trabajador más dentro de la fábrica a partir de 1990 cuando se desvinculó de REXIO.
La innovación era construir un revólver económico, de un tamaño mayor y ergonomía a los comunes ofrecidos en plaza que eran pequeños y no tan intimidantes, contaría con el probado mecanismo del revolver Smith & Wesson militar/policial pero con ligeras diferencias mecánicas. Los producen en calibre .22 Lr de diez cartuchos a bala de capacidad y .32 S&W long con capacidad de carga de 7 cartuchos a bala. La nueva empresa constituida en SRL con estos 5 socios recibe el nombre de DALF S.R.L., (la sigla era la letra inicial del apellido de cada uno de ellos). La producción mensual en sus comienzos fue de 25 revólveres pero luego se fue incrementando paulatinamente al iniciarse la demanda cada vez más voraz, ya que rondaba aproximadamente los U$S 30 y siendo el comprador mayor de 21 años podía llevárselo en el acto del comercio de venta.
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La ampliación de la firma
A principios de la década de los ´80 el incremento en la demanda de sus revólveres los obligó a ampliar el sitio físico de producción y adquirió un establecimiento en la misma cuadra, sería este donde desarrollaría siempre sus actividades fabriles hasta el fin de la empresa, en la misma calle SOLER a la altura del 84. Fígola decide achicar la sociedad desvinculándose Renato A. y Carlos Delfino y sigue asociado con Lupino, a partir de allí la empresa cambia el nombre de la razón social y pasa a ser F & L SRL, (siglas de Fívola y Lupino).
Ya cuenta con 30 empleados, de ellos 6 eran armeros calificados, 3 ajustadores, 2 empleadas administrativas y el resto operarios para tareas generales a quienes se los instruye para ocupar todas las actividades de producción alternativamente. También tienen un socio gerente llamado Rodolfo STABILE para coordinar todas las tareas, quien perdurará hasta el cierre definitivo de la fábrica.
Las máquinas se conformaban por 2 inyectoras de zamak, (mucho más tarde se incorpora una para plástico produciendo ahora la empresa las cachas sin tercerizaciones, 3 tornos paralelos, un torno revólver, 12 agujereadoras, 6 fresadoras, pulidoras, amoladoras, bateas, cabina para hornear pintura epoxi y herramientas para uso cotidiano de un taller).
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Distribución
A nivel nacional el principal distribuidor era “Coco” LOPARDO, (también de REXIO), quien prácticamente compraba toda la producción, otros distribuidores pero en menor demanda fueron la firma SA Angel Baraldo CIA y Armería Las Colonias.
La exportación solo era para los países limítrofes y de ello se encargaba la propia empresa sin intermediarios.
Como se construían los revólveres
El cuerpo del revólver era en zamak, una aleación compuesta por zinc, aluminio, magnesio y cobre que funde a los 380°C. Es un material económico, de fácil inyección. El resto de los mecanismos de disparo también eran en zamak, pero en este caso no inyectados sino colados al molde lo que disminuía su calidad por burbujas dentro del material que los hacían más frágiles.
Para los cañones se compraban las tiras en acero sae 1045 ya rectificados y en medida por la firma proveedora TRAFICAÑO, por lo que no hacía más falta que otro proceso que estriarlos y por el procedimiento de expansión en frío, (button rifling), con 6 estrías dextrógiras, posteriormente se los seccionaba a medida según los modelos a producir, con las mecanizaciones previas antes de ir al molde de inyección de coronado de boca y confección del cono de forzamiento al que se lo realizaba con un generoso diámetro y profundidad, (algo que también hemos visto en revólveres de zamak de otras marcas nacionales o extranjeras).
Siempre fue un tema de inquietud para mí esta característica y me fue explicado el motivo del exagerado embudo al inicio del cañón: el zamak al ser inyectado sobre el molde para conformar lo que será el armazón, ejerce sobre el cañón un ligero corrimiento imposible de corregir por lo que luego no coincide plenamente con el centro del eje del alvéolo del tambor y para evitar rozamientos laterales del proyectil al contacto inicial con este se le da esa característica de terminación a fin de evitar el problema.
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El armazón no salía listo para colocar los componentes accesorios, tenía muchas rebabas e imperfecciones. Allí estaba la intervención de armeros, ajustadores y pulidores. Posteriormente iban todos sin excepción al baño electrolítico de níquel negro para dar protección al armazón contra la degradación, por último recibían una pintura epoxy también en color negro que se fijaba dentro de un horno en cabina.
La producción del tambor era en acero sae 12L14 o 4140 según la disponibilidad de material.
Contaban con un polígono para pruebas, que no eran de precisión sino funcionales. Se trataba de un tubo en túnel y al fondo un chapón. Cada arma se probaba en carga completa con cartuchos a bala dentro del tambor y se disparaban. Los de calibre .22 lr se hacían con cartuchería de FM carga estándar, los de calibre .32 y .38 SPL con cartuchos a bala recargados con un 30 % menos a la especificada provistos por un recargador conocido en esa época: ERNESTO ALAIS. Cualquier inconveniente funcional retornaban para reajuste. Luego se empaquetaba en una caja de telgopor o cartón, ya numerado con letra y número de serie. Contaban con manual y la garantía era de 1 año.
Cuando FIGOLA decidió mejorar la calidad de los revólveres DOBERMAN, característicos por ser completamente hechos en zamak, (menos cañón y tornillería), tuvo que cambiar los nombres para diferenciarlos con el DOBERMAN. Fueron los revólveres TIVER y RANGER en los cuales se utilizaron para la acción componentes en acero sae 8020 tratados térmicamente (martillo, cola del disparador, estrella del tambor y transportador del cilindro y el armazón de zamak pasó a cambiar del grado 3 (quebradizo) al de grado 5 por tener características mayores de tenacidad y elasticidad que el nombrado.
Producción
En su apogeo la firma producía alrededor de 500 revólveres diarios, lo que hacía en total unos 2.500 semanales. Su distribuidor principal era Lopardo & CIA “Coco”, tenía tanto apuro en retirarlos que a veces ni requería el embalaje de fábrica, los colocaba suelto en cajones y los llevaba así. Al llegar el año 1993 por las exigentes reformas registrales respecto a la tenencia de armas de fuego dispuestas por el ex RENAR provocaron una merma considerable en la demanda interna que afectó a fabricantes de productos similares. Este cambio no impactó demasiado en esta firma porque ya sus clientes eran los países latinoamericanos, (Paraguay, Perú y Colombia entre otros).
FIGOLA apuesta a más calidad y a inicio de este nuevo siglo decide construir un revólver de al que llama F & L 380 únicamente en calibre .38 S&W spl cuya característica es ser construido integralmente en acero con el marco realizado por la firma tandilense FUNDALUM con la técnica de microfusión, algunos sin alza y otros con alza regulable, con la particularidad que el cañón iba roscado no embujado, asegurado con perno pasante, únicamente con 4 pulgadas de longitud y todo el mecanismo de la acción era en acero SAE 8020 tratado térmicamente. De esta arma solamente se construyeron 500 ejemplares, ya que fue difícil competir contra los de origen brasileño, pero siempre se continuó la producción de los modelos DOBERMAN, TIVER en .22 lr y .32 S&W spl y RANGER en .38 S&W spl.
Fin de la empresa
Me he percatado que la gran mayoría de los usuarios en el ambiente de las armas cree que fue a principio de los ´90 con las nuevas imposiciones normativas del ex Renar fue la extinción de la firma. Pero no fue así, para sorpresa la empresa perduró casi dos décadas más, como se citara antes gracias a la exportación. En el año 1988 su socio de toda la vida el Sr. LUPINO por problemas personales deja la fábrica y se radica en los EEUU donde ya vivía su hija, quedando solamente como su continuador el Sr. FIGOLA, pero la razón social sigue siendo F & L para no perder la marca.
El 17 de septiembre del 2010 fallece Pascual Fígola en forma sorpresiva a raíz de una falla cardiaca contando con 68 años de edad y un empuje imparable en sus proyectos. La empresa estuvo administrada por el gerente Marcelo Stabile quien intentó negociar con la familia para proseguir y quedarse con la empresa, pero a los 2 años seguían sin ponerse de acuerdo. A eso se sumó la falta del pago de la tasa anual, un error fatal ya que el ex Renar motivó por esto a una inspección sorpresiva a la fábrica incautando mediante acta toda la matricería, repuestos y la totalidad de las armas del lugar en el estado que se hallaban, entre ellas varias pistolas prototipo que pronto iban a fabricarse en serie. El destino de las maquinarias tradicionales de tornería fueron vendidas, algunas como chatarra por peso y el establecimiento fabril terminó alquilado como galpón por parte de la familia de FIGOLA que decidió terminar con la actividad.
Modelos producidos
En mis visitas infaltables a las Ferias Internacionales de Armas de Argentina en una de ellas, no recuerdo el año pero fue a inicios de los 2000, pasé por el stand de F & L tomando un folleto que todavía conservo y detallo los modelos publicitados:
DOBERMAN: modelo 61 y modelo 102, denominados así por la longitud del cañón, en calibre .22 lr con capacidad en el tambor para 10 cartuchos a bala y en .32 S&W para 7 cartuchos a bala. La baqueta del tambor quedaba a la vista sin protección. Mecanismos de la acción en zamak. El modelo más económico, de precio imbatible y más demandado.
DOBERMAN “EXTRA”: idem al anterior pero con cubre baqueta del tambor.
TIVER: mejora notoria en la calidad, los componentes de la acción son de aleación sino en acero SAE 8020 tratados térmicamente, el armazón en zamac era de grado 5, (en grado 3 venían los Doberman), estéticamente trae banda ventilada para el cañón. Idéntica característica de carga de cartuchos a bala que los anteriores modelos. Solamente en 102 mm de largo de cañon. De algunos usuarios que conozco que tienen este modelo jamás reportaron problemas de rotura en piezas de la acción como sucedía con los Doberman.
TIVER “EXTRA”: idem al TIVER pero con el detalle estético del cubre baqueta extendido hasta la punta del cañón.
RANGER: idem al TIVER “EXTRA” pero con empuñadura plástica imitación madera y únicamente en calibre .38 SPL con alza fija y regulable en 4 pulgadas de cañón con 6 cartuchos a bala de capacidad apto para disparar dicho calibre pero no + P.
F&L 380: aquí llegó por primera vez la calidad esperada. Armazón completamente en acero sae 4140 de microfusión (Fundalum), cañón roscado a este, todas las piezas en acero, ya no hay zamac ni aleación, el alza es regulable en altura y deriva, las cachas son en madera terminación segrinada. El calibre únicamente .38 SPL para 6 cartuchos a bala apto para municion + P.
Armas que no llegaron salir a la venta
Pistola del tipo stricker fire: el proyecto de la pistola que no fue. Diseñada antes de la FL modelo 27, por un matricero por el que Fígola pagó por este servicio, era muy similar en el mecanismo de disparo y seguros a la archiconocida pistola austríaca Glock, pero con características peculiares prácticas y distintivas. Como la corredera en el extremo anterior abierta porque se iba a construir en chapa de acero aleado especial estampado y tratado térmicamente y en su extremo anterior iba a llevar una placa de acero insertada en forma deslizante que haría de tope de la corredera y guía del cañón, permitiendo cambiar de calibre por el usuario. El armazón también en polímero inyectado en matriz. No se llegó a construir ningún prototipo, solo quedó la intención plasmada en planos técnicos ya que los estudió otro reconocido maestro armero indicando desecharla porque vaticinaba fragilidad en el extremo de la corredera al llevar un postizo si se utilizaba en calibres como el 9, 40 o 45.
Pistola FL modelo 27: tenía como característica el parecido externo a la pistola checa CZ modelo 97 B, seguro automático de aguja percutora, la cuña de basculamiento y detención del cañón muy similar a la utilizada en las pistolas H & K modelo USP, guía de corredera envolvente como la pistola SIG P 210, la acción para el disparo fue tomada la pistola TANFOGLIO, como también el seguro, cachas en madera de nogal segrinadas o lisas en plástico nacarado, cañón en acero sae 4140 tratado térmicamente con acerrojamiento por ventana, corredera en el mismo material también tratada térmicamente, armazón mecanizado en ergal (aluminio 7075) con riel picatinny para accesorios, los almacén cargador para cartuchos a bala con capacidad para 15 (9 mm), 13 (.40 S&W) y 10 (.45 acp), compatibles con los de la pistola Tanfoglio, ya que tenían intenciones de producirlos para los usuarios de estas pistolas. A futuro se iban a realizar también con armazón de polímero pues existieron contactos con la filial local de DUPONT. El retén de corredera se construyó con un eje de mayor diámetro que los de CZ o TANFOGLIO, asimismo se llevó al agujero pasante del armazón más abajo para evitar el riesgo de rajaduras.
Respecto a la aprobación de este modelo fue llevado para las rigurosas pruebas funcionales y de seguridad a la Escuela Superior Técnica del Ejército Argentino ubicada en Avda. Cabildo 50, para ello debieron entregarla en los tres calibres producidos: 9 mm, .40 S&W y .45 acp, con 100 cartuchos a bala para cada uno y la munición con un 30 % más de la carga habitual, todas las pruebas fueron pasadas sin dificultad y felicitados por quien las realizó.
Posteriormente el ex Renar, luego de un considerable tiempo, dio la aprobación para su producción, venta y distribución en el año 2010, se habían adquirido centros de mecanizado por CNC pero el fallecimiento inesperado del Sr. Figola fue un gran contratiempo para este proyecto que tenía la finalidad de competir contra una prestigiosa marca nacional que provee a varias fuerzas del país, cubrir la demanda particular interna y además exportarla.
Epílogo
Toda esta historia que pude conocer no causó más que asombro en mí. La gran mayoría asocia al fabricante como uno de los peores por la calidad de los revólveres Doberman, al que muchos consideraban fundido a principios de la década de los ´90 limitando su conocimiento hasta allí, porque jamás se divulgaron estos entretelones narrados. He conocido excelentes fabricantes de armas extranjeras que a veces sacan productos pésimos, pero no pierden el buen concepto. A FIGOLA le hubiera costado remontar la mala fama inicial, pero seguramente se hubiera congraciado con los usuarios si contáramos con él. Mi agradecimiento a la familia, su señora esposa y en especial a su hijo Marcelo por permitirme lograr esta nota y al ex personal de la empresa, quienes desinteresadamente cedieron su tiempo para esta historia:
- Sr. Oscar ALMIRON: herramentista, tornero, dibujante y maestro armero, (actualmente jubilado y retirado de la actividad).
- Sr. Juan FERRANDO: distribuidor, (actualmente radicado en Paraguay desarrollando actividad industrial con armas de aire comprimido).
- Sr. Pablo GOMEZ: tornero, fresador, ajustador, especializado en la mecanización y recamarado del tambor, también de la estrella de los revólveres, fue proveedor externo de ellos y de REXIO, luego asimilado a la fábrica, (actualmente jubilado y retirado de la actividad).
- Sr. Marcelo ORTEGA: tornero, fresador y ajustador, (actualmente integrante de la cooperativa RENO, -ex Mahely-, dedicada a la fabricación de rifles de aire comprimido).
Impactos: 2881
Jorge Saenz
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Mi papá tiene un Doberman 22LR de cañón corto de 10 municiones. Lo compró en 1999 y en 2024 la verdad está totalmente operativo y funcional. Me sorprende lo que dicen sobre él porque ha salido muy bueno. No tiene óxido, no falla y está completamente entero. En manos de alguien torpe supongo que puede llegar a dañarse.. como todo en la vida.