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Esa sensación de dolor y cansancio no solo se debe a las pantallas.
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Los expertos comparten consejos para aliviar el malestar.
Por Kattie Mogg – The New York Times
15 de octubre de 2024. Después de mirar la computadora portátil durante horas o navegar por las redes sociales desde el teléfono, es posible que sientas un fuerte dolor o que te invada la sensación de tener los ojos vidriosos.
Estas molestas y comunes sensaciones son signos de fatiga ocular, un término que engloba síntomas como ojos secos o llorosos, visión borrosa temporal, enrojecimiento ocular, dolor y cefaleas. El síndrome visual informático o la fatiga ocular digital también se incluyen en esta categoría. Pero la pantalla no es lo único que puede cansar los ojos.
Según Mika Moy, profesora clínica de la Facultad de Optometría y Ciencias de la Visión Herbert Wertheim de la Universidad de California en Berkeley, actividades como la lectura, la escritura y las labores de coser o tejer también pueden cansar los ojos. A menudo, los estudiantes de primer año de Derecho, con montones de tareas de lectura, son quienes acuden a la consulta de Moy con fatiga ocular, según comentó.
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Los síntomas pueden ser “muy, muy molestos”, pero son temporales, dijo Avnish Deobhakta, oftalmólogo del Hospital de Ojo y Oído de Mount Sinai, en Nueva York. Y añade que no hay que preocuparse porque la tensión ocular provoque daños oculares a largo plazo.
¿Por qué se produce la fatiga visual?
La fatiga visual puede deberse a varias causas. Por un lado, las personas parpadean menos cuando miran pantallas o leen con atención, dijo Dave Patel, profesor adjunto de oftalmología de la Clínica Mayo de Arizona. Parpadear mantiene los ojos lubricados y hacerlo con poca frecuencia los reseca, provocando visión borrosa, escozor o sensación de arenilla.
Según dijo, descansar de las actividades que causan tensión o utilizar gotas de lágrimas artificiales puede ayudar. Pero si padecés sequedad todos los días, te despertás con mucosidad en los ojos o notás que los síntomas no mejoran con el descanso, consultá a un oftalmólogo. Este puede comprobar si padecés sequedad ocular crónica, lo que puede requerir tratamiento con medicamentos recetados.
La tensión ocular también se produce cuando el músculo ciliar, que ayuda a enfocar el cristalino, se cansa, explicó Deobhakta. “Nunca cuestionaríamos que nuestros pies necesitan un descanso después de una carrera de maratón”, añadió. Cuando miramos algo fijamente durante mucho tiempo, dijo Deobhakta, “hemos decidido correr maratones con los ojos”.
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Cuando el músculo ciliar se contrae, cambia de forma natural la forma del cristalino, dijo Patel. Pero a medida que envejecemos, el cristalino se endurece y no se dobla con tanta facilidad, lo que dificulta ver con claridad de cerca. Esta afección, la presbicia, es la razón por la que las personas de 40 años o más son más propensas a necesitar anteojos para leer, dijo, aunque es posible fatigar el músculo ciliar y experimentar fatiga visual a cualquier edad.
Los expertos dijeron que los ojos también pueden doler si utilizás anteojos con una graduación incorrecta o si no los usás cuando se necesitan. “Sería como llevar el zapato equivocado y que el pie te haya crecido”, dijo Deobhakta. Así que si te sentís tenso cuando llevas anteojos o lentes de contacto, o si ha pasado más de un año desde tu última revisión ocular, acudí a tu oftalmólogo.
¿Qué puedo hacer al respecto?
Hablá con un oftalmólogo si notás nuevos síntomas, dijeron los expertos. Un oftalmólogo puede identificar afecciones subyacentes o recomendar medicamentos y lentes graduados.
Si solo te preocupa la fatiga visual, los expertos ofrecen consejos para minimizarla por tu cuenta.
Sigue la regla 20-20-20. Si tenés pensado mirar fijamente una pantalla o leer un libro durante un rato, tomate un descanso cada 20 minutos mirando a algo que esté al menos a 6 metros de distancia. Hazlo durante 20 segundos o más. (Algunas investigaciones sugieren que 20 segundos no es tiempo suficiente).
Lubricá tus ojos. Si tenés los ojos secos, pensá en lágrimas artificiales de un solo uso que no contengan conservantes, porque pueden causar irritación, dijo Moy. Comprobá la etiqueta de ingredientes y optá por lágrimas artificiales que lleven frases como “sin conservantes” en el envase.
Recordá parpadear. Pensar en parpadear puede parecer una tontería, dijo Moy, pero es una forma estupenda de evitar que los ojos se sequen y se sientan incómodos. Considerá la posibilidad de colocar una nota con un recordatorio junto a la computadora o al libro que estés leyendo, dijeron los expertos.
Utilizá compresas calientes. Los expertos dijeron que debés poner una toallita bajo el chorro de agua tibia y colocarla suavemente sobre los párpados durante unos 10 minutos una o dos veces al día. La compresa estimula las glándulas sebáceas, lo que evita que las lágrimas se evaporen con demasiada rapidez, dijo Patel. Pero los párpados son finos y sensibles, por lo que, para evitar quemaduras, hay que evitar presionar los ojos con la compresa, dijo Moy.
Quedarse quieto con un paño sobre los ojos puede parecer mucho pedir cuando estás ocupado, dijo. Pero podés aprovechar el tiempo para relajarte: “Respirá hondo”, añadió Moy. “Tomate un pequeño día de spa”.
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