-
Y los recuerdos quedan, así dice una antigua canción de José Larralde.
-
Una salida de caza de vizcachas.
24 de octubre de 2024. Llegó el 20 de octubre, día del cumpleaños de mi querido y recordado Francisco Pancho Filannino, con quien durante muchos años compartimos salidas y travesuras, que aunque ya éramos abuelos disfrutábamos como niños.
En un ataque de nostalgia me comunique con Juan Pablo, alias Palin, uno de sus hijos que, aunque tenemos un trato permanente, esta vez le sugerí ir a cazar a los viejos lugares que compartíamos con su padre. Luego de analizar opciones, decidimos ir a intentar con las vizcachas y quedamos en encontrarnos en la tranquera del campo, y me acompañaría mi amigo Benito, al que soporto desde la escuela, jajaja.
La idea era que el encargado del campo nos esperaba para oficiar de guía en la zona de vizcacheras, pero confundió la fecha y se fue a pescar. Palin tenía algunas referencias de donde se ubicaban por lo que esperamos la caída del sol, era cuarto menguante, por lo que teníamos luna a favor.
Mirá también: La caza, peripecia de amor, por Claudio Ferrer
Tal como a Pancho le gustaba decir, salimos entre dos luces, vimos varias cuevas de vizcachas, pero parecían nuevas, no muy pobladas. Hicimos un par de recorridas sin ver nada, por lo que regresamos con la idea de salir mas tarde.
En ese tiempo charlamos de las distintas variantes que hay en esta modalidad de caza. Las primeras que cobré fue hace casi 50 años y las cazaba con mi vieja escopeta, se las veía muy cerca y eran muy fácil.
Años mas tarde era muy difícil acercarse de la misma manera, por lo que comenzamos a usar el calibre 22 LR, primero sin mira y luego con. Cada vez se fue complicando un poco más hasta que me fui al 22 Mag. y conocí al 223.
Finalmente me di cuenta que no era necesario, con el veterano 22LR es más que suficiente, cualquiera que haya cazado vizcachas sabe que la clave es poner la bala en la cabeza. Es un animal duro y siempre está muy cerca de su cueva, por lo que de un salto entra en su madriguera y nunca más la volveremos a ver.
Una fábula dice que las de su especie la sacaran muerta de la cueva al dia siguiente, MENTIRA, otros pasarán horas dando catedra de que si este calibre o aquel otro, pero saben ¿cuál es el calibre indicado para cualquier tipo de caza ? No es el calibre, es la bala en el lugar correcto, y el arma bien regulada.
Mirá también: Del mismo autor, “Hablando de cazadores”
Aunque algunos dicen que hay que calibrarla, error idiomático, las armas vienen calibradas de fábrica, 22; 270; 30-06; 375; etc, lo que uno debe hacer es regular para su ojo el alza y guion o la mira telescópica. Fue toda una charla interesante hasta que volvimos a hacer otra recorrida previo llamado telefónico con el encargado-pescador quien oriento a Palin por donde debíamos buscarlas.
La recorrida estuvo mejor, cambiamos el rumbo hacia unos talas próximos a un molino y allí pudimos ver el movimiento, solo debíamos acercarnos con cuidado, calculando en que momento encender la linterna y estar preparado con el rifle semi encarado, la reacción y corrección debe ser rápida, ya que el animal no nos dará mucho tiempo para estar apuntando.
De esta manera logramos en los primeros 30 minutos 3 ejemplares, y luego de alguno mas volvimos al rancho, encendimos un hermoso fuego con unas varillas viejas de alambrado, el que nos proveyó del calor necesario para asar el hermoso costillar que llevamos, con hermosos cuentos y recuerdos brindamos por el recuerdo de mi amigo esté donde esté, y como nos terminamos el vino nos quedamos a dormir en el campo.
Por la mañana y luego de un termo de mate nos pusimos a cuerear y limpiar las presas, y luego de un gran abrazo emprendimos el regreso a casa. Ya estamos planeando la próxima salida.
Impactos: 236